Insuficiencia placentaria durante el embarazo

La insuficiencia placentaria también conocida como “disfunción uteroplacentaria”, es una complicación poco común del embarazo pero muy seria.

La insuficiencia placentaria es la incapacidad de la placenta para proveer los nutrientes necesarios al bebé durante el embarazo. Esto se debe a que la placenta no crece o no funciona adecuadamente y el resultado puede causar una restricción del crecimiento uterino y bajo peso al nacer.

La insuficiencia placentaria puede ocasionar, bajo peso al nacer y restricción del crecimiento, parto prematuro, defectos al nacimiento, y también aumenta el riesgo en la madre de presentar complicaciones.

Cuando la placenta no funciona, está imposibilitada para brindar el aporte necesario de oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre al bebé. Sin este aporte vital, el bebé no puede crecer ni desarrollarse.

Es importante el diagnóstico temprano lo antes posible y seguir con un cuidado prenatal apropiado

La insuficiencia placentaria es la incapacidad de la placenta para cumplir correctamente sus funciones:

Sintetizar hormonas esenciales para el embarazo, proteger al feto de infecciones y sustancias nocivas, y facilitar el intercambio de gases y nutrientes. Esta incapacidad se produce cuando el desarrollo de la placenta o el de alguna de sus partes no es normal.

Causas

Las más habituales son la hipertensión de la embarazada y la implantación incorrecta de la placenta sobre la superficie de la pared uterina. Pero también puede darse insuficiencia placentaria en los embarazos múltiples.

Riesgos

Puede impedir que el feto reciba el oxígeno, las sustancias y los nutrientes que precisa para su completo desarrollo. Esto provoca crecimiento intrauterino retardado, sufrimiento fetal crónico o agudo o, en casos muy graves, la muerte del futuro bebé.

Si la causa es la hipertensión de la madre, existe además cierto riesgo de que la membrana placentaria se rompa o filtre y se mezcle la sangre de la madre con la del feto. Por este motivo, este trastorno a menudo se acompaña de otras complicaciones, como incompatibilidad del Rh o preeclampsia.

Por eso es tan importante la detección precoz de este trastorno, los Ginecólogos en Guadalajara comentan que puede hacerse a partir de la 16ª semana de embarazo mediante la monitorización de la futura madre. El reposo, la vida sana y asegurar una buena circulación puede atenuar el problema. Se recomienda asistir a su control de embarazo regularmente.

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