La Amniocentesis durante el embarazo

La Amniocentesis es una prueba de diagnóstico prenatal que realizan los Ginecólogos en Guadalajara, consiste en hacer una punción en el abdomen de la mujer embarazada para extraer una muestra de líquido amniótico.

El líquido amniótico en el que flota el feto contiene células suyas: las que se han desprendido de su piel, pero también células del intestino y de los riñones, porque el niño vierte sus excreciones en este fluido. Mediante el análisis de las células que flotan en el líquido amniótico se puede determinar si el feto presenta algún tipo de irregularidad cromosómica.

Una amniocentesis puede determinar también si el bebé sufre alguna malformación del tubo neural, como espina bífida, o ciertas enfermedades metabólicas.

La amniocentesis permite también la detección de infecciones uterinas y ayuda a determinar la gravedad de una anemia fetal.

El análisis de estas células fetales permite detectar anomalías cromosómicas o trastornos genéticos simples.

Se practica de manera voluntaria a las mujeres embarazadas con riesgo de dar a luz un niño con determinada anomalía (la probabilidad aumenta en mujeres mayores de 35 años y en quienes ya tienen un hijo u otro familiar afectado). Suele realizarse entre las semanas 14 y 18 del embarazo. La más habitual de estas alteraciones es el síndrome de Down, causado por la presencia de un cromosoma extra.

La amniocentesis permite también la detección de infecciones uterinas y ayuda a determinar la gravedad de una anemia fetal, así como la necesidad de hacer una transfusión intrauterina.

No suele ser dolorosa, si bien algunas pacientes sufren molestias en el momento de insertar la aguja o cierta presión abdominal durante la extracción del líquido.

No es extraño que, una vez finalizada la prueba, la embarazada manche un poco. Se recomienda reposo en las horas posteriores a una amniocentesis. Hay que tener en cuenta, además, que la espera de los resultados (que suelen tardar entre dos y tres semanas) suscita cierta angustia en los futuros padres.

Existe un riesgo mínimo (0,5 por ciento) de aborto e infección tras una amniocentesis.

Este examen no reduce el riesgo de que el feto nazca con malformación, solo permite el diagnóstico de anormalidades cromosómicas con una exactitud muy cercana al 100 por cien.

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