Déficit nutricional durante el embarazo
Se habla de déficit nutricional cuando existe una carencia en el aporte diario de calorías, grasas, proteínas, glúcidos, vitaminas y minerales necesarios para cubrir las necesidades que tiene el organismo durante el periodo de gestación.
Se considera que el aporte idóneo de calorías diarias debe ser de entre 2.200 y 2.550 (unas 300 más que fuera del embarazo). La Organización Mundial de la Salud aconseja que esas calorías se distribuyan de la siguiente forma: 38 gramos deben provenir de las proteínas, 65 g de las grasas y 400 g de los carbohidratos.
Las proteínas son indispensables para el desarrollo de los tejidos fetales. Las grasas proporcionan energía y contribuyen a la formación de las estructuras cerebrales. Los hidratos de carbono suministran la energía necesaria para el organismo de la madre y el futuro bebé.
Consecuencias
Una dieta escasa repercute en la salud de la embarazada, y, además, puede provocar malformaciones y diversas enfermedades en el futuro niño, porque la alimentación influye en su crecimiento y en su desarrollo, y en la formación de su cerebro.
Tratamiento
La alimentación de la madre debe contar siempre con la supervisión de su Ginecóloga(o). Este especialista le indicará las fuentes principales de las proteínas, vitaminas, minerales, grasas y carbohidratos, y las cantidades aproximadas que debe consumir.
Los hidratos de carbono se encuentran en la pastas, el arroz, las patatas… Hay que evitar el abuso de los carbohidratos simples, como el azúcar y los dulces. En cuanto a las grasas, se aconseja consumir las de origen vegetal (el aceite de oliva es indispensable), y evitar las de procedencia animal, como mantequillas y mantecas.
La aportación de calcio debe ser ahora mayor; de lo contrario, el feto recurrirá a las reservas óseas de la madre. El yogur, la leche y los quesos poco grasos se consumirán a diario. Las frutas y verduras variadas y abundantes aportarán las vitaminas y minerales que la madre y el feto precisan. Las proteínas se encuentran en la carne, el pescado y los huevos.
Existen alimentos muy apetecibles que son excelentes para combatir el déficit nutricional: frutos secos sin sal (ricos en proteínas, vitaminas del complejo B y grasas), leche, quesos y derivados lácteos (fuente ineludible de calcio), frutas (proporcionan abundantes vitaminas y minerales) y huevos (dos o tres por semana garantizan un excelente aporte de proteínas).
Según sea el estado carencial de la futura madre, su Ginecóloga en Guadalajara prescribirá algún suplemento farmacológico. Se considera indispensable el consumo de ácido fólico desde tres meses antes del inicio de la gestación y durante al menos el primer trimestre.
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