Hemorroides durante el embarazo
Las hemorroides son venitas que se han inflamado de una manera poco usual en la zona rectal. Éstas por lo general varían entre el tamaño de una pasa de uva y el tamaño de una uva. Pueden producir una simple comezón o ser muy dolorosas y en algunas ocasiones pueden incluso provocar hemorragia rectal, especialmente al ir al baño.
Las hemorroides son bastante comunes durante el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre. Algunas mujeres las tienen por primera vez cuando están embarazadas, y en caso de que hayas tenido hemorroides antes del embarazo, es muy probable que ahora te vuelvan a salir. También pueden aparecer durante la segunda etapa del parto, mientras estás pujando. Según los Ginecólogos en Guadalajara, es un padecimiento del que comúnmente se quejan las mujeres tras el parto.
Síntomas
Producen un sangrado moderado, de color rojo brillante, y secreciones mucosas, aunque a veces desencadenan hemorragias tan abundantes que llegan a causar anemia. También provocan molestias, escozor e incluso dolor. Las hemorroides externas pueden palparse en el ano.
Causas
Suelen aparecer durante la gestación, sobre todo en las últimas semanas, debido a que la circulación sanguínea es más lenta y dificultosa y todos los tejidos de la pelvis están dilatados. Otros factores que favorecen la aparición de hemorroides son: predisposición genética (si otros familiares las han tenido), estreñimiento, diarrea, sedentarismo y ciertos hábitos dietéticos, como el consumo de alcohol o de platos muy condimentados. Se consideran enfermedad cuando provocan sangrados abundantes, dolor o ardor anal, y si se produce un prolapso, esto es, el descenso de una porción distal del recto hacia el exterior.
Tratamiento
Depende de su gravedad y de los síntomas que produzcan. Su Ginecóloga(o) seguirá su evolución y, en algunos casos, practicará algunas pruebas que le permitan descartar otras patologías. En general, suele recomendar aplicar una crema que sea segura durante el embarazo, y mantener una dieta rica en fibra. La embarazada debe evitar el consumo de alcohol (que además puede producir malformaciones congénitas) y las comidas muy sazonadas. Lavarse después de hacer deposiciones y evitar rascarse las hemorroides ayuda a prevenir infecciones. Conviene darse baños de asiento con agua fría varias veces al día: disminuyen el tamaño de las hemorroides y alivian notablemente las molestias. En los casos más severos, pueden tratarse con cirugía. Para prevenir su aparición conviene evitar el estreñimiento manteniendo unos hábitos alimentarios correctos.