Insomnio durante el embarazo
El insomnio es la alteración del sueño que se caracteriza por una dificultad crónica para dormir.
El descanso es muy importante tanto para la madre como para el feto, por eso conviene indagar cuáles son sus causas y tomar las medidas oportunas.
Causas
Durante el primer trimestre, los altos niveles de progesterona que circulan en la sangre provocan sensación de sueño, aunque puede que la mujer no consiga descansar bien. Hacia la semana 16ª, el sueño comienza a resultar más reparador. A medida que avanza la gestación, los calambres, el dolor de espalda, la presión del vientre y los movimientos cada vez más perceptibles del feto alteran la calidad del descanso nocturno o impiden que la mujer concilie el sueño.
Síntomas
La dificultad para descansar durante la noche provoca somnolencia durante el día, mal humor, cansancio y falta de concentración.
Tratamiento
Conviene crear un clima favorable para el descanso: procurar que el dormitorio esté aislado de ruidos y su temperatura oscile entre 18 y 20 grados. La cena ha de ser ligera y a última hora no se tomarán estimulantes ni chocolate. Es bueno acostarse a la misma hora todos los días y realizar alguna actividad relajante (como leer o escuchar música) antes de irse a la cama.
El ejercicio moderado, si se practica a diario, ayuda no solo a conciliar el sueño sino también a reducir ciertos síntomas que se presentan por la noche, como los calambres.
En los últimos meses los Ginecólogos en Guadalajara aconsejan dormir sobre el lado izquierdo para que el feto tenga mayor irrigación sanguínea. Los cojines ayudan a encontrar la postura idónea.
Si a pesar de estas medidas el problema persiste, su Ginecóloga(o) valorará si existen otros trastornos causantes del insomnio, como depresión, ansiedad o dolor, e indicará un tratamiento farmacológico si fuese necesario. La mujer embarazada no debe tomar ningún fármaco inductor del sueño que no haya sido prescrito por el médico, porque podría tener graves efectos secundarios.