La primer semana de embarazo siempre se empiezan a contar desde la fecha del primer día de la última regla, porque este es el único dato objetivo de que dispone su Ginecóloga(o), ya que la ovulación (que suele ocurrir aproximadamente 14 días después del inicio de la última regla) se puede preveer, pero nunca conocer con exactitud.
Por esta razón, las semanas de desarrollo del feto no suelen coincidir con las de embarazo y suele haber un desfase de dos semanas en el recuento. Es decir, a un embarazo de seis semanas le suele corresponder un embrión de cuatro semanas (si el ciclo menstrual dura menos de 28 días la diferencia será menor y si dura más será mayor).
El embarazo tiene una duración media de 40 semanas (38 de desarrollo fetal) que corresponden a diez meses lunares (de 28 días cada uno), es decir 280 días.
La fecha del parto se calcula añadiendo a la fecha de la última menstruación nueve meses más una semana.
La ecografía lo calcula con precisión
Cuando las reglas no son regulares, como ocurre por ejemplo con las mujeres que sufren el síndrome de ovario poliquístico las ovulaciones tampoco lo son y, por lo tanto, es imposible saber en qué momento se ha ovulado después de tener la última regla, y cuándo se ha producido la concepción.
En la ecografía del primer trimestre, que se realiza en las semanas 11-12, se mide al embrión para conocer las semanas reales de embarazo. Este dato es el verdaderamente certero, y no la fecha de la última regla. En la mayoría de los casos, coinciden pero cuando no ocurre así, la información más fiable es la de la ecografía.
Los Ginecólogos en Guadalajara empiezan a contar el embarazo desde el primer día de tu último ciclo menstrual (que por regla general es dos semanas antes de la ovulación) aunque, naturalmente, en ese momento aún no estabas embarazada. Lo cuentan así porque la mayoría de las mujeres no saben con exactitud cuándo ovulan, pero sí saben cuándo empezó su último periodo.