Sangrado vaginal durante el embarazo
El sangrado vaginal que se produce en cualquier momento del embarazo se conoce como hemorragia obstétrica.
Durante el primer trimestre, algunas causas probables son: aborto, amenaza de aborto o embarazo ectópico.
Diagnóstico
La sangre que aparece en la zona genital no siempre procede de una hemorragia vaginal, sino que también puede deberse a hemorroides o cistitis. Algunas hemorragias se acompañan de dolor más o menos agudo en la zona inferior del abdomen.
Si la causa es la placenta previa, la sangre tiene color rojo intenso y brillante y la mujer no percibe dolor abdominal. En este caso, el sangrado puede ser intermitente y casi siempre ocurre durante la noche. En caso de desprendimiento prematuro de placenta, la mujer tiene contracciones y el sangrado es continuo, pero poco abundante y de color muy oscuro.
Tratamiento
– Cuando la hemorragia se presenta al comienzo del embarazo, su Ginecóloga(o) estudia, en primer lugar, su gravedad, las funciones vitales de la madre y el bienestar fetal. Además puede realizar un examen pélvico de la embarazada y una ecografía para determinar la causa. Si es por amenaza de aborto, recomendará guardar reposo absoluto y abstenerse de mantener relaciones sexuales. Raras veces será necesario ingresar a la madre en el hospital o hacerle una transfusión sanguínea.
– En caso de que se haya producido un aborto, lo más común es que le practiquen un legrado uterino.
– En el último trimestre, los Ginecólogos en Guadalajara evaluarán, en primer lugar, de dónde procede la sangre, y seguramente realizará una ecografía. También ahora resulta primordial observar el estado del feto y de la placenta.
– En las últimas semanas de gestación, el tratamiento de la hemorragia depende no solo de la causa, sino también del estado del feto. Si no existen signos de sufrimiento y tampoco hay otras complicaciones, el Ginecólogo procederá a inducir el parto de forma vaginal. Si no se dan las anteriores circunstancias, practicará una cesárea.
– En el parto, la hemorragia puede deberse al desprendimiento prematuro de la placenta, a la placenta previa, o a un accidente: ruptura uterina, ruptura de vasa previa (uno de los vasos que nutren la placenta) o trauma en el canal del parto.